Ruta del Pais Vasco 2011

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… También es de destacar que, por primera vez en la historia de este grupo, se hacía uso de un furgón como vehículo de transporte hasta el punto de partida, lo que supondría una novedad a valorar para próximas convocatorias. El alquiler del furgón se hizo a través de Pedro "El Joven", quien gestionó en la empresa de alquiler Kilómetro Cero el modelo más idóneo para el propósito...      

...Con una posterior confusión de carreteras, que nos desvió de la dirección más adecuada a través de Vitoria y con los recuerdos siempre vivos al atravesar el estrecho de Pancorbo y adentrarnos en la Bureva, llegamos a Arrasate/Mondragón sobre las dos de la tarde y nos alojamos en el Hotel Jatetxea San Ana, a la par que contemplábamos su privilegiada situación en lo alto de un monte desde el que se divisaba la población y todos sus alrededores ahora envueltos en una suave neblina propia del clima habitual por estas latitudes...      

...El camino hacia Arantzazu es una inmersión en el corazón de las vascongadas profundas. Laderas verdes envueltas en la suave neblina de la tarde, caseríos conservados en su forma original o restaurados con un lujo rural para los nuevos tiempos, animales y ambiente de granja, vacas pastando y algún que otro campesino aferrado a su larga vara mientras los rudimentarios tractores acarrean el heno para los establos...      

...Otro de los lugares al que no llegamos a visitar por el escaso tiempo de que disponíamos para completar nuestra jornada fue la "Gandiaga Topagunea" lugar para el encuentro y la conversación, inaugurado en 2005 y que pretende ser un lugar de diálogo sin condiciones. También de modo casual encontramos a un fraile para nuestro "misterio". Un franciscano nonagenario que además de fotografiarse con nosotros nos pidió que si hacíamos alusión a su persona le llamáramos "amigo Luis" y que ahora cuando se posa para una foto ya no hay que decir patata durante la espera, sino wisky...      

...Salimos de Mondragón con las indicaciones que Iñaki, responsable del Hotel al que por fin conocimos personalmente, nos había dado y con su compromiso de que estaría al cuidado de la furgoneta que se quedaría hasta nuestro regreso el último día. También dos señoras mayores que departían plácidamente en el jardín nos dijeron algunos de los lugares más visitables y el punto desde donde partía la carretera hacia Elorrio, que sería el siguiente destino al que llegar...      

...Sobre las tres y media de la tarde nos presentamos en Bilbao tras dejar atrás Amorebieta que no visitamos. La entrada la hicimos a la altura de la Basílica de Begoña y el recinto ferial, por lo que la parada en el templo se hacía obligada. Coincidió que había una celebración de boda y que los contrayentes, de nombres Jon y Belén, estaban en lo alto del altar y que justo en el momento de pasar, una niña que subía las arras dio un tropezón y cayó sin mayores consecuencias pero provocando un ligero revuelo en los asistentes, entre los que se encontraba un joven ataviado con una camiseta del Athletic Club...      

...De regreso y por lo avanzado de la hora para poder comer, nos dirigimos hasta la Residencia "Blas de Otero" que sería nuestra sede en la capital vizcaína. Nos vimos sorprendidos por el entorno que rodea a este alojamiento, si bien céntrico dentro de la calle de las Cortes, entre locales de alterne, prostitución callejera y multirracismo inespecífico y colorista. Curiosamente nos llamó la atención la estampa espontánea de una madre negra, ostentosamente culona, acompañada de una niña también negra y vestida de un rabioso blanco inmaculado...      

...Por último entramos en la fase del chiquiteo, o sea, de los vinos por las diferentes tascas que nutren ampliamente este barrio céntrico. En una de éstas tuvo lugar un simpático lance en el que José Escelio se apartó repentinamente del resto y entró en un local del que salió a los pocos momentos pero con tal ceguera que no advirtió la presencia de sus compañeros sentados en una de las mesas de la calle. Pedro El Joven desbarató una ocasión para la chanza, llamándolo de forma rápida y ostentosa para que nos localizara. Tomamos una copa en La Granja, une local cutre, donde grupos de solteros, solteras y parejas de diversa índole ser reúnen a otear el ambiente, previsible y anodino hasta en la actitud de los camareros. Antes de retornar finalmente al descanso en la Residencia, nos sentamos en una placeta cercana, en la que las diversas etnias se citan en tertulias espontáneas conformando un mosaico colorista y plurilingüe...      

...Después continuamos por el pintoresco y lujoso barrio de Neguri con sus asombrosos palacetes de piedra y algo más allá la playa que había servido de marco a una celebración y estaba, como suele ocurrir lamentablemente en tantos otros sitios, llena de cristales y restos de la exaltación alcohólica que suele ser el centro y motivo principal de estas manifestaciones. Seguimos hacia Algorta y la playa de Sopelana antes de rodear la ría de Plentzia, desde donde nos cuestionamos cual sería el camino más favorable hacia Munguía, teniendo en cuenta que las informaciones nos advertían de la posible dureza del recorrido, para llegar a Bermeo...      

...Desde Bakio continuamos para Bermeo ahora sí por la única carretera posible y con un sube y baja de cuestas incesante. El objetivo era llegar cuanto antes a Guernika para poder visitar sus lugares más emblemáticos, la Casa de Juntas y los restos del árbol, ahora calcinado...      

...El árbol representa el lugar donde se juraron los Fueros Vascos ante el Rey de Castilla y en la actualidad es donde el Lehendakari jura su cargo antes de emprender su legislatura como presidente de la Comunidad. La localidad de Guernika estaba tomada por jóvenes que se recuperaban de la fiesta para continuar en ella formando numerosos y ruidosos grupos en las terrazas de las calles y que jalearon nuestro paso ofreciéndonos incluso bebidas y otras viandas de las que ellos tomaban. Faltaba el último tramo de la etapa y no muchos kilómetros para la meta en Lekeitio, por lo que continuamos antes de que la noche se avecinara. Juan y Pedro A. tenían algún problema en sus bicis y éste último llegó a la población con una de sus cubiertas rajada por varios puntos, lo que le obligaba a dar solución para el día siguiente, sabiendo que era festivo y habría problemas con los comercios especializados...      

...La primera preocupación del día por parte de Pedro A. era conseguir solucionar su problema con la cubierta de la rueda, por lo que a primera hora de la mañana se lanzó a la calle para intentar conseguir su propósito. Como por feliz azar, se encuentra con Josu, un ciclista joven que pasa por allí camino de Ondarroa y Mutriku, donde reside. Quedan en encontrarse a mitad de camino para hacer el cambio de cubierta y asegurar la continuidad. Mientras, el resto del grupo desayunábamos en el comedor del Hotel Beitia de forma completa y sustanciosamente abundante bajo los cuidados de la dueña que, además, nos aportó unas advertencias que afortunadamente no seguimos. Su descripción de la ruta que podíamos tomar por la costa era poco menos que la de un sendero para cabras nada recomendable. Pero la cita con Josu obligó a tener que seguirla y afortunadamente respondió a nuestras mejores expectativas: firme aceptable, poco tráfico, paisaje excepcional y cuestas similares a las de las anteriores jornadas...      

...En la playa de Zarautz contemplamos el oleaje que propicia ser uno de los paraisos para la práctica del surf y el animado ambiente de su paseo marítimo que se encontraba repleto de gente a esas horas de la tarde. Tomamos un ligero tentempié para poder afrontar el último tramo de la etapa y tras pasar por Orio, emprendimos la subida a Igeldo para acceder a San Sebastián desde ese emblemático y actualmente polémico barrio que el actual alcalde, Pedro lzagirre, pretende segregar ¡independizándose administrativamente de la capital donostiarra...      

...Al entrar la fase nocturna fuimos acomodando el ritmo a la múltiple oferta de lugares y escenarios que ocupaban las zonas más emblematicas. Sentados en la Plaza de la Constítución pudimos observar tanto la actuación de un grupo musical que ¡nterpretaba danzas folclóricas tradicionales vascas, muchas de las cuales fueron seguidas por el público con bailes espontáneos pero muy coordinados. También una demostración de fuegos artificiales que se desarrollaban a la espalda de los edificios pero cuyo contenido era visible sin tener que movernos del lugar aunque Pedro A. se empeñaba en ir a pie de fuegos. Reemprendimos más tarde la gira por los espacios feriales y terminamos asistiendo a un conciérto de Muchachito Bombo Infierno, un grupo de música mezcla aflamencada que parece tener notable éxito, aunque algunos no lo conocíamos hasta ese momento. Aguantamos quizá más de lo que fuera deseable para nuestros cuerpos fatigados pero todo era por no romper la armonía grupal y regresar juntos a la Residencia para dormir lo que pudimos en torno ya a las tres de la madrugada...      

...Madrugamos a pesar de la carga de la noche anterior y a las 8:30 de la mañana nos concentrábamos en el vestíbulo de la Residencia para dirigirnos hasta la estación de ferrocarril y tomar un tren que nos aproximase a nuestro destino en Mondragón pero con tiempo suficiente para pedalear en el tramo final. Con bastantes dudas sobre la ubicación de la estación y del tren o combinación más adecuada a nuestros propósitos conseguimos llegar a la de Renfe o Adif en cuya taquilla nos atendieron unos poco amables profesionales a los que les costó trabajo orientarnos sobre la opción más adecuada para aproximarnos a Mondragón y el tiempo de paso de los trenes que nos lo facilitarían. Al final resultó que, efectivamente había salidas casi cada media hora y que el final del trayecto en Zumárraga nos ponía a treinta kilómetros de nuestro destino...      

...Ya en camino por la autovía y tratando de avanzar al máximo, nos detuvimos en "La Pausa", un restaurante de carretera situado antes de llegar a Burgos y tomamos nuevamente una comida para salir del paso, de la que no necesitaremos acordarnos. Justo tomó el relevo a Pedro A. en la conducción y no pudo tener peor arranque al subir la furgoneta a un bordillo inadvertido al dar marcha atrás para la salida. Menos mal que solo fue un leve incidente sin mayores consecuencias. Luego, al llegar al alto de Somosierra, volvimos a hacer una pausa y a cambiar nuevamente de chófer. Finalmente llegamos a Alcázar a las 21 horas de la tarde noche dando por concluida felizmente esta nueva salida, en la que hicimos 1170 kms. en la furgoneta y 350 kms. en bicicletas...      

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