Artículos año 2011 Juguetes

Gracias a la oportunidad que nos brindaron desde la comunidad educativa del Colegio “Jardín de Arena” durante su Semana Cultural, que tuvo en el juego uno de sus hilos conductores, tuve la ocasión, cercana y reposada, de poder hablar ampliamente con Pepe Corredor y su esposa Feli y ofrecerle la posibilidad de que me dedicara su último y recién publicado libro ”Desolación y vuelo” que es el compendio de toda su obra reunida entre 1951 y 2011.

En este primer momento del encuentro se cumplieron mis expectativas y, amablemente, me escribió unas líneas que ahora transcribo literales, por su contenido tan sencillo como profundo:

A Justo
contento de que este
libro esté en tus manos,
con la esperanza de que
encuentres algún poema
que te abra alguna
puerta y que ninguno
te la cierre,
con mi amistad y mi
abrazo. Pepe C. M.
Alcázar 12 – mayo – 2011

A continuación, entre un poco numeroso pero interesado grupo de padres y madres, además de algunos compañeros y colegas del centro educativo, participamos en la amena charla de Corredor sobre el juego y el juguete en España, durante la cual puso de relieve su amplia y polifacética cultura en relación a temas tan cercanos y humanos como son la actividad de jugar y los instrumentos de los que se han servido las distintas generaciones para conseguirlo.

Desde el planteamiento esencial de que el ser humano es un “homo ludens”, un ser que juega, evidenció el hecho de que todas las culturas clásicas han construido sus esquemas simbólicos para hacer del juego y a través del juego una representación de la propia vida. Entre los ejemplos y reflexiones, me llamó la atención la alusión al juego de la oca como metáfora de lo que ocurre en la vida misma, en la que cualquier movimiento te puede llevar hacia delante, a retroceder e incluso a la muerte de forma insospechada y azarosa.

Los juguetes, como instrumentos necesarios para el juego, están siempre vinculados al modelo de sociedad que los construye, a los roles que las personas deciden otorgarles en su virtualidad lúdica e incluso a cumplir con su papel de sublimar la vida instintiva cuando adoptan componentes bélicos o descargan tensiones de cualquier signo.

Estos comentarios pusieron en evidencia el dilema pedagógico de la supresión de los juguetes bélicos en el universo infantil y más en centros que, como el Jardín de Arena, apuestan por la cultura de la paz como uno de los referentes de su proyecto educativo. Pues bien, Corredor fue taxativo al afirmar que el simbolismo infantil no necesita del juguete realista para utilizarlo como arma y lo ilustró con una viñeta proyectada en la que aparecen dos niños lanzándose las piezas de un juguete didáctico a modo de proyectiles, mientras las pistolas están apartadas al fondo de la sala.

Aparte de estas consideraciones, el repaso por las distintas épocas en la fabricación de juguetes, cuyo punto de inflexión lo marcó el proceso de industrialización frente a la tradicional artesanía, ponen de relieve el tipo de sociedad que ahora nos rodea y que, curiosamente, su principal característica es la de no favorecer el tiempo de ocio que permita jugar como una acción necesaria y terapéutica para el buen desenvolvimiento de las personas.

Su especialización en este campo del juguete le ha permitido contactar y colaborar con instituciones como el Museo del Juguete de Cataluña, ubicado en Figueras, cuyos fondos, no expuestos en su totalidad, son una fuente de referencia para valorar todo este rico mundo. Yo personalmente, hace bastante tiempo, tuve ocasión de ver su libro “El juguete en España” expuesto como uno de los escasos tratados sobre el tema en el Museo de Juegos Tradicionales en Campo (Huesca).

Ya en la intimidad del reducido grupo de personas que compartimos un vino a la finalización del acto, en el ciclista Bar El Pichi, cercano al Colegio, pude comprobar con más intensidad que en ocasiones anteriores, las cualidades que adornan a este alcazareño singular. Y es que Pepe Corredor es un hombre que transmite cercanía y sencillez a la vez que expresa su amplio mundo interior y relacional con una naturalidad pasmosa. Alguien que ha convivido con Dalí, Alberti, Gerardo Diego, V. Aleixandre y un largo elenco de lo más granado de nuestras letras contemporáneas, se muestra llano y receptivo a cualquier comentario u opinión de quienes apenas conoce. O se entusiasma describiendo a otro peculiar personaje, también ligado a Alcázar por diversos motivos, como es Jesús Lizano, poeta libertario, de quien afirma Pepe que es de un humanismo desbordante a pesar de las manicomiales escenas que solía provocar.

Me encantó su sabio modo de distanciarse de las tertulias poéticas para evitar entrar en esa confrontación de de egos y protagonismos que marcan a quienes se atribuyen una voz indispensable o menosprecian al resto, ofuscados por su propia vanagloria. En cambio, como crítico de arte ha gozado de la libertad de opinar, sabiendo que el artista estará valorado en función de los comentarios que reciba tanto él como su obra, hasta el punto de hacerse sumisos a la influencia del crítico.

En suma, todo un placer haber podido compartir con Pepe Corredor, uno de mis “poetas de cercanía” en el apartado de mi web “Cantos literarios”, este rato que fue creciendo desde el protocolario saludo inicial hasta el cálido abrazo que nos dimos como despedida.

Justo López Carreño
12 de Mayo de 2011

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