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Jesús de Haro![]() Yo poseo algunas de sus obras editadas, que ahora conservo como un tesoro póstumo y entrañable sabiendo que su autor no podrá ya ampliarla pero que seguirá viviendo a través de sus líneas cuando decida encontrarme con él mediante el silencio y el diálogo íntimo que proporciona su lectura. De su libro “Referencias”, editado por Valldum en 1989, guardo un especial recuerdo por ser el primero que llegó a mis manos. Pero “Orión y otras constelaciones”, Port Royal, 2002, tiene el valor de ser la ordenación póstuma que un grupo de amigos y de familiares hicieron como homenaje de gratitud a su persona. Entre ambas producciones, Jesús publicó dos libros dedicados a otra de sus grandes pasiones, la Guerra de la Independencia: uno titulado “Bailén 1808”, editado por Valldum en 1999, con ilustraciones de Nuria Cortina; y otro “La Mancha 1808”, también editado por Valldum en 2000 e ilustrado por Isidro Parra. SPANISH SEX SIMBOL "Las Majas, monumento a la obscenidad, sobre todo la vestida, naturalmente". EUGENIO D'ORS Erótica no, obscena, por la piel del vestido, que hace más evidentes sus pechos expectantes, su horizontal frescura. Godoy proyecta orgías en su salón privado. Goya por fin es libre de España y de sí mismo, y sus pornopinceles nos redimen gozosos del luto milenario, del sexo de retrete y del sueño lascivo. Descaro ruboroso, la hembra no se esconde, ni incita, reta desde su lecho con pasiva fiereza. Democracia del sexo que fiel se entrega a todos. La cita del placer nos acerca a los Dioses, si algo queda de humano es la pornografía. Viste tus desnudeces de raso una vez más, por quienes confesábamos -clamorosa vergüenza- nuestra visita a El Prado. Jaque mate del sexo sobre/contra la Historia. De “REFERENCIAS” TIERRA TOTAL Del homenaje a Isidro Parra. Alcázar, 1989. Geografía integral, Mancha sin adjetivos. Un passe-partout de tonos uniforma el paisaje de marrones, de sepias, de oro cano en las mieses y de verdes opacos de lujuria en las vides. Tierra siempre adelante desbordándose mansa a derecha e izquierda de su cartografía, creciente a cada paso en travellings contiguos, enhebrando distancias, inundando paisajes... tierra total que puede existir en esencia, sin adornos de dioses -Don Quijote está muerto en cada biblioteca-. Es demasiado tarde para mitologías donde nunca se ha oído la voz, de los profetas predicando en la plazas la fórmula del vino, recordando a los hombres zambullirse en el cielo. Con los pies agotados de insistencia, adelante. Dirigid los caminos buscando una frontera que nos identifique. Subid a una colina, descended a un barranco... Pero sólo la tierra responde en espesura del vértice del cielo al fondo de los pozos. ¿Dónde se esconde el hombre? También él es paisaje y permanece mudo. Soledades geológicas, ansiando tus raíces busca el semen tu centro, Aquí no se sublima el espíritu. Sobra este órgano de lujo, y el salto de la ira, y el vuelo de los sueños,.. La tierra marca el peso de los cuerpos, atrae como hembra al abrazo. Aquí y siempre y luego y mas acá... tampoco. DE “REFERENCIAS” PRIMAVERA DE 1995 NAUSICAA, tan ausente y tan próxima, al abrigo del tiempo: veinte años esperándonos. Tú a estribor de las olas y yo... a la deriva, de tormenta en tormenta, sin otros meridianos que el deseo o la huida. Mentira me parecen la voz de las sirenas y el mar Mediterráneo. (Sacrifico a Neptuno tres atunes azules, y él responde con el rayo y el viento). Una noche de abril Nausícaa halló a Odiseo en la última playa. Ha quedado en la arena la huella de su pie sigiloso y descalzo, mi equipaje de náufrago, mi ropa destrozada, mi cinturón de oro… Voy con ella, Desnudo. Alcázar, 21 de abril de 1995 De “Cartas a Nausícaa” III Me entrego a la deriva cuando escribo mis versos o acaricio mi carne. Alfileres profundos contra el paisaje virgen de un folio de verano o de una piel desnuda. Las palabras se afilan en la fragua de julio y dan nervio a mi pluma y pálpito a mis siestas. Penélope me invita a destejer rni insomnio y la tentación grita fuego contra mis versos, hielo contra mis manos. Es pedir el suicidio de mis medias verdades. Desangrar un poema e irme yo poco a poco. Guardo todos mis versos, todos, en mi mesita de noche, con mis cartas, mi diario de viajes, mi caja de aspirinas... Ni uno falta. En espera de otra vez y otra mano. De “Orión y otras constelaciones” |
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