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Ruta Autour du Mont Blanc
“La bicyclette est plus qu’un sport, c’est un bienfait social” Pierre Giffard ...Un largo viaje al interior de de la France nos pone cerca de la zona objetivo. Primera acampada y visita en Orange, ciudad con impresionantes restos romanos y en cuyo camping iniciamos la serie de montadas y desmontadas de nuestro particular hogar itinerante. “En auto on va trop vite et c’est un crime d’aller trop vite dans un pays comme la France” Albert I, roi des Belges ... Tras la primera cena de campaña, salida a recorrer la inesperada ciudad y sus restos romanos de un valor impresionante. Especialmente su teatro tras un muro colosal que lo envuelve. De nuevo el pastis avec glaçons se convierte en el atractivo aderezo de la sobremesa nocturna en cualquier bar francés. En este caso elegimos el Café Les Artistes en plena Place de la Republique rodeados de gente de todas las características. Los sábados franceses también sirven para trasnochar. “J’ai gardé pour la bicyclette plus que de l’estime: une affectueuse reconnaisance” André Billy Noche tranquila en el Camping de Orange. Los aseos más bien sucios. Mañana de carretera para seguir acumulando kilómetros y cansancio al volante. Paso por dos ciudades importantes y atractivas: Albertville y Grenoble. Referencias en el esquí en todo momento. Lo asociamos al mítico Jean Claude Killy y su inigualable palmarés. Tomamos un ligero bocado para emprender la primera etapa ciclista en la localidad de Beaufort donde tomamos un café mientras contemplamos el paso animado de otros ciclistas y turistas. ...Emprendemos el ascenso a una de las primeras cimas de la jornada por un paisaje idílico, con rampas asequibles que suelen superar el 5 % de inclinación. En el camino, el rebuzno salvaje de un burro nos recuerda los sonidos más rurales. Luego, una procesión de motos rompe una vez más la deseada e inalcanzable paz de la montaña. Es una rémora que hay que admitir como tributo al goce general. Poco a poco nos vamos aproximando a uno de los atractivos más señalados del recorrido, el Lago de Roselend, con su agua calmada que contrasta con el verde que rodea su contorno y con las cimas nevadas a escasa distancia. Es un paraje que te anima a su contemplación. ...En la cumbre hace frío y debemos iniciar el descenso sin prenda protectora que se ha quedado en el vehículo con Petrosian. Decidimos bajar pese a todo. Al final nos paramos a calentarnos cuando el sol emite sus escasos rayos confortadores. Llega Petrosian y podemos abrigarnos para el resto del recorrido. ...Llegada a Bourg - Saint Maurice y alojamiento en su estupendo Camping Le Versoyen. Reponemos fuerzas y partimos sobre las 17:30 para subir Les Arcs, primer puerto importante de la salida. En el camino un cartel nos recuerda que el majestuoso Mont Blanc con sus 4810 m. de altitud está a vista de pájaro y que estamos pivotando a su alrededor. El ambiente solitario recuerda otras estaciones esquiables. Nos abrigamos para el descenso y llegamos al Camping para el aseo, la cena de campaña y el descanso. “J’ai passé les plus belles années de ma vie, peut-être, à jouer de la bicyclette” Jules Renard ... A las tres de la tarde llegamos a la ciudad italiana y nos alojamos en el Camping Monte Bianco. La lluvia amenaza con desatarse y una vez acomodados y con el ambulante hogar de nuevo montado, nos dirigimos a recorrer y conocer la ciudad. La lluvia hace su aparición y ya no nos deja en la visita. Nos falta un paraguas y recurrimos a los necesarios chubasqueros. Aosta nos sorprende por sus restos romanos, sus calles llenas de atractivos y sus iglesias y pórticos que invitan a la contemplación y el arte. Dos jóvenes tocan el violín en una actuación inesperada en un marco incomparable. “La bicyclette me rend à ma jeunesse oú elle fut pour moi la première expression de la liberté” Gerard Bauer ...Amaneció nublado en el camping de Aosta aunque sin lluvia. La recepcionista advirtió que las previsiones eran de lluvia segura durante las siguientes horas. Se decidió montar en bici pese a todo. Fontaine se levantó con una fuerte contractura con derrame en el glúteo derecho. Se ofreció a llevar el coche y no agravar sus molestias. Empezó a tomar antiinflamatorios gracias a Malaño. Tomamos la dirección del Grand S. Bernard y Martigny. En mitad de la ascensión parada a tomar un café y reconsiderar la situación dado que la lluvia empieza a arreciar. Firmamos en un libro dentro de un refugio al amparo de la lluvia y deciden continuar... ...El refugio de la cima hace nuevamente de salvador. San Bernard sigue ejerciendo amparando a todos los descarriados y temerarios que desean retar a las inclemencias meteorológicas. Algo recuperados y con ropa seca, se restablece el ánimo y la tranquilidad. Seguimos en dirección a Martigny, sede de la crianza de los perros San Bernardo, raza prodigiosa por su solidaria actividad con los extraviados en las cumbres y símbolo de este territorio franco-suizo. ...Estamos en Suiza. Parada en el Camping de la Piscine, con buenas instalaciones, en Aigle, localidad cercana a la meta planificada y a quince minutos del Lago Leman. La excursión es inevitable y ocupa el resto de la tarde noche. Nos desplazamos hasta Montreaux en el lago y recorremos sus calles principales y los jardines y paseos a orillas del mismo. Tomamos una cerveza y comprobamos el nivel económico que se dispara. Abundan los comercios de relojes, navajas multiusos y casinos como símbolo del mundo financiero que tanto oculta en sus cuentas corrientes. Regresamos al camping en buena hora y nos para momentáneamente la policía que tiene fama de estricta. Es una falsa alarma. Continuamos sin problemas. ... Cena de autor en nuestra parcela: arroz con calamares en su tinta, jamón cocido y postre. Un lujo para cualquier paladar sensible. Además preparamos un café arábica que sabe a gloria. Llueve con intensidad y nos refugiamos en una carpa que el camping pone a disposición de los más necesitados. “La pharmacopée ne contient aucun tonique, dépuratif ou calmant comparable à cette combinaison de métaux qui sàpelle la bicyclette” Dr. Blackland ... Salimos del camping de Aigle con amenaza creciente de lluvia. A escasos kilómetros arrecia y antes de emprender la ascensión al Col de Corbier, los ciclistas deciden, esta vez sí con cordura, dar por finalizado el recorrido y evitar más riesgos innecesarios. Llegamos al Camping L’Eté de Morzine. No deja de llover y ante las dudas decidimos instalarnos pese a que no termina de convencernos. Ni la dueña ni las instalaciones muestran amabilidad. ... Vía Grenoble nuevamente llegamos hasta la localidad de Cluses donde repusimos fuerza con bocadillos. Finalmente llegamos a Bourg D’Oisans, meta prevista para la última y decisiva jornada cuyo reto era la ascensión al mítico Alpe D’Huez. Nos dio tiempo a reconocer el inicio del coloso y contemplar asombrados la inclinación de su primera rampa, situada a escasos metros del camping. Nos trasladamos a pie hasta el centro de la localidad salpicada de motivos, tiendas y otros detalles relacionados con el ciclismo y las bicis. Hasta el escaparate de una farmacia alberga en su decoración un cartel del Tour de Francia y una bici retro que protagoniza el montaje. “La bicyclette est l’une des rares inventions humaines qui ne servent qu’au Bien” Paul Guth ... Son las 7:30 de la mañana y ya estamos preparados para afrontar el día grande del Alpe D’Huez. La mañana ha amanecido cubierta como en días anteriores. Se cumple la cancioncilla que repite Malaño a propósito de la abundancia de nubes y lluvias: “Ya viene claro por el corral…” (Y se llamaba Claro el mayoral) Los presagios son de mejoría como después sucedió. La humedad sigue siendo muy alta y el resto de expedicionarios aún descansan. ... El paisaje no deja de sorprender. Llegamos a la cima y nos fotografíamos por una señora que no controla la cámara y hace ráfagas y autorretratos por doquier. ... Los primeros kilómetros se hacen muy duros. No hay tregua para el descanso. Un rosario de envoltorios de barritas, energéticos e isotónicos salpican el margen de la calzada. Es la huella ciclista del tránsito incesante de profesionales y aficionados. El paisaje se engrandece y los aficionados que suben y bajan aumentan. ¡¡Allez!! ¡¡Courage!! Son las voces más repetidas. Por fin llegamos a la cima. Petrosian nos esperaba perdido entre el paisaje. Han pasado casi dos horas para cubrir los trece kilómetros. Al final objetivo conseguido. ... El ambiente de la estación es marcadamente ciclista y son numerosos los motivos alusivos a este deporte y al Tour de Francia. El I.C.C. recuerda a su compañero Martinelli que no ha podido asistir y al que se echa de menos. Bernard exhibe un cartel en su memoria. Tras el retorno a Bourg D’Oisans y antes de despedirnos de ese santuario ciclista, unas compras conmemorativas de maillots con el eslogan “Alpe D’Huez” como centro. Después un breve refrigerio a la orilla del río Romanche que baña con sus aguas la ciudad y que en ese tramo discurre tranquilo. ... La siguiente parada sería en Privas, una población cercana a Valence y de camino hacia el sur. De nuevo alojamiento en el camping municipal Ardeche, que estaba inundado de holandeses. Las instalaciones son magníficas y de vecino tenemos a un cicloturista italiano que ocupa una pequeña tienda a nuestro lado. Ultima cena de campaña y salida a celebrar la despedida en el ambiente nocturno de la ciudad que nos trasladó mentalmente a España. El café Central situado en una plaza céntrica era un compendio de lo bueno y malo de nuestro país: rumbas musicales a todo trapo, jaleo, jóvenes que van y vienen… la noche en todo su esplendor. “La bicyclette développe l’iniciative, l’energie, la patiente, l’endurance et la modestie. Le cyclisme est un humanisme”. Paul Guth ... Finalmente retomamos la A – 7 que nos conduciría hasta España previo paso por la destartalada frontera de La Junquera. El objetivo ahora era llegar a Casa Pepe, un restaurant a escasos kilómetros de Figueras de grato recuerdo para los miembros veteranos del Club. Antes, una imagen que se ha hecho célebre, una cuantas prostitutas exhibiendo tanga y culos al tórrido sol catalán inclinadas sobre las biondas de la carretera alrededor de su feudo titulado Gran Madam. Llegamos finalmente a Casa Pepe en Llers y degustamos un menú nacionalista: ensalada catalana, butifarra catalana y crema catalana de postre. Para que no quedasen dudas de nuestra apertura a lo universal. Justo López Carreño Agosto de 2014 |
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