Artículos año 2020 CORONAVIRUS


Si algo va a marcar de forma drástica y rotunda los aconteceres de este año 2020 será sin duda la pandemia del coronavirus. Esa oleada de rumores que aparecieron a comienzos de año como algo lejano y propio de otras sociedades como China, a la que con tanto desprecio como desconocimiento solíamos valorar en determinados aspectos.

Pues bien, así fue como entre la leyenda del murciélago y el pangolín de Wuhan, se nos fue colando en nuestras vidas este virus silencioso y misterioso cuyas características aún no quedan bien definidas desde el punto de vista científico pero cuyas consecuencias están siendo devastadoras en vidas humanas, ingresos hospitalarios y, lo que es más preocupante, en la desaparición de los hábitos de vida más básicos en las relaciones humanas que se ven sometidas al aislamiento, la falta de contacto y la imposibilidad natural de expresar las emociones mediante el roce afectuoso entre las personas.

De los momentos iniciales en los que se nos fue anunciando la irreversible llegada de los contagios y la declaración del estado de alarma por parte del gobierno de la nación, se fueron sucediendo una serie de estados anímicos que han ido oscilando entre la angustia primera hasta la posterior aceptación y convivencia con los riesgos sin tener nunca sensación de normalidad en ninguno de los frentes que vamos afrontando con desigual fortuna y estado de ánimo.

El primer episodio trágico en lo familiar ha sido la vivencia del deterioro progresivo y posterior fallecimiento de nuestra madre, después de un periodo de permanente atención por nuestra parte entre el temor al contagio, la presencia arriesgada de extraños, obligados por su tarea desde los Servicios Sociales del municipio pasando por una atención médica, escasa, virtual y desafortunada en algunos momentos como cuando, después de ingresarla durante veinticuatro horas en el hospital, regresó con iguales o parecidos síntomas además de venir con una sonda puesta fruto de un descuido de los sanitarios que la atendieron y que dio lugar a una protesta formal que quedó en la petición por escrito de disculpas por parte del Jefe de Servicio.

Personalmente me resultó consoladora la lectura del libro “Saramago en sus palabras” que reúne multitud de reflexiones del intelectual portugués que están cargadas de verdad, de sensatez y de buen criterio para para enfrentarse a los retos más esenciales y trascendentes de nuestra vida.



Justo López Carreño

Noviembre de 2020

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