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Artículos año 2010
![]() Hacía tiempo que no visitaba este museo y el pasado 28 de diciembre, lluvioso y frío, cuando otros muchos alcazareños invaden las zonas comerciales de la capital, llevado por la lectura insinuante de numerosas críticas periodísticas sobre la bondad del contenido de esta exposición y conocedor de que su caducidad estaba próxima, decidí adentrarme en sus salas para deleite de mis sentidos. Lo primero que me llamó la atención fue el perfecto montaje organizativo que la institución despliega, tanto para dar información sobre los horarios y contenidos, como para adquirir la entrada, depositar el paraguas y otros objetos así como para complementar la guía de la visita con los modernos aparatos auditivos e interactivos, que me sorprendieron por su sencillez de manejo, calidad en la escucha y posibilidades de repetición, ampliación o variedad idiomática que ofrecen. ![]() Tuve la fortuna de que el propio comisario de esta exposición –entendí con claridad el sentido y papel de esta figura- Guillermo Solana, explicaba en vivo y en directo a un grupo de privilegiados visitantes las características de la misma, junto a numerosas observaciones e interioridades que sólo los muy conocedores del tema son capaces de desvelar. Como es natural, mi acercamiento tuvo que ser discreto y discontinuo por momentos entre la multitud de la sala para no dar la impresión de ser uno más de ese grupo al que no había sido invitado expresamente. Pero de sus comentarios pude apreciar la capacidad de seleccionar obras pictóricas que reflejan obras mitológicas procedentes de los clásicos griegos hasta pinturas renacentistas que han tenido su posterior réplica en fotógrafos contemporáneos que han sabido actualizar el mensaje, así como una serie de videos finales de una calidad, originalidad y belleza que sobrecogen a cualquier espectador mínimamente sensible. ![]() Los personajes y mitos que presenta esta exposición no siempre tuvieron un sentido erótico. Muchas veces, la aparición de esta segunda visión supone un conflicto con su significado original. Por ejemplo, el arte del Renacimiento descubrió la sensualidad morbosa de san Sebastián y la Magdalena; el Barroco, la visión sexual de historias como la de Judit y Holofernes, o David y Goliath; el siglo XIX cargó de inquietante perversidad figuras míticas como Eva, la Esfinge, Endimión o Cleopatra. ![]() |
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